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XHmmm… el otro día me planteé esta cuestión a mí misma ¿si tuviera que elegir entre comer alimentos biológicos o seguir una dieta vegana, ¿qué escogería?
Me enfrenté a dos parámetros de la alimentación saludable, aparentemente excluyentes, pero no tan distintos en esencia:
La verdad es que la cuestión en sí me parecía muy del primer mundo, de una persona que tiene la suerte de vivir en un entorno y que goza de unos privilegios que le permiten elegir con cuidado lo que come. Un lujo que la mayoría de las personas en el planeta no pueden plantearse. Ya que la pregunta apareció en mi mente, me decidí a responderla y como no tenía muy claro qué escoger, opté por ir a mi cocina y ver qué había. Al abrir la nevera y la despensa me di cuenta de que apenas contaba con alimentos de procedencia animal, tan sólo dos botes bio de bonito en aceite que nos trajimos este verano de la tierruca, por aquello de que las raíces tiran, y observé que la mayoría de los alimentos eran biológicos, pero no todos. Me quedé contenta.
El caso es que llegué a la conclusión de que ambas etiquetas comparten una característica esencial: el concepto yóguico “ahimsa” que es el deseo de sostener y cuidar la existencia. Probablemente no importe tanto cómo etiquetemos nuestra manera de alimentarnos, sino la intención profunda detrás de nuestra elección. La alimentación biológica se basa en prácticas sostenibles que respetan el medio ambiente, la procedencia de los productos y cuida a las personas involucradas en que lleguen hasta nuestras casas. La alimentación vegana centra su foco en honrar todas las formas de vida animal en el planeta y por consecuencia protege el medio ambiente de un modo efectivo y sostenible.
Ahimsa significa que nuestra alimentación está libre de violencia y llena de paz y armonía. En este sentido, una alimentación que tenga la intención de sostener y cuidar todas las formas de vida es de por sí un acto de amor hacia nuestro cuerpo, hacia el de aquellos a quienes alimentamos y hacia el cuerpo de la Tierra.
Por una cocina llena de amor compasivo