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XY por mucho que vivamos en la sombra, la luz siempre triunfa. Noviembre es el mes de Diwali, el festival de las luces que glorifica la abundancia y la benevolencia de la vida en la Tierra. Estas cualidades las personifica la diosa Lakshmi y, como ella, la tendencia natural de la luz es la de expandirse e irradiar hacia fuera. Tiene la capacidad de colarse por los huequitos más pequeños haciendo que incluso los haces más finos de claridad llenen un espacio oscuro de esperanza.
Los yogins siempre nos hemos sentido atraídos por el concepto de la Luz y es uno de los componentes más relevantes desde los primeros textos yógúicos.
La palabra jyoti significa luz, del sol, del fuego y de los elementos naturales como los relámpagos, pero también se refiere a la luminosidad de la existencia, a la luz de la conciencia, de la comprensión y de la iluminación, de la vida y del despertar.
Las meditaciones centradas en la Luz son una gran guía e inspiración en tiempos de sombras y oscuridad. Este mes, recordemos que la Luz siempre triunfa y hagamos meditaciones con esta temática. Bañarnos en ella, salir fuera y dejar que los rayos del sol acaricien nuestro cuerpo-mente-alma son recordatorios que podemos practicar a lo largo del día.
En el plano material, la luz en sí no la vemos y, sin embargo, es lo que posibilita la visión: cuando estamos en una habitación completamente oscura no podemos percibir nada más allá de nuestros ojos y no es hasta que un poco de luz entra por una rendija que podemos empezar a percibir el entorno. Además, la luz per se no la vemos, lo que sí vemos es su reflejo colorido ya que lo que calificamos como objetos es un juego de luces de colores que dan lugar al rico espectro de los volúmenes y las formas.
Es el elemento del sexto centro energético y en este nivel se presenta como la luz blanca que contiene todas las posibilidades cromáticas. En el sexto centro, nos permite experimentar la visión interior, desarrollar la intuición y despertar la conciencia unificada de Ser. En este nivel ya no nos identificamos únicamente con la personalidad o ego, sino que tenemos una visión directa de nuestra esencia álmica.
Encender la Luz que brilla desde el interior es la esencia del camino yóguico. ¡Ilumínate!
¡Qué bonito, resueno totalmente con el concepto de luz, con la idea de que yo soy luz (tanto si la veo como si no) y que los otros también son luz (tanto si la veo como si no). Creo que esa luz de nuestro ser siempre está ahí, incluso en los momentos en que lo vemos todo oscuro, conectar con ella es, quizás, un objetivo suficiente de vida. Una pregunta Zaira: ¿cuál es el sexto centro energético?
Gracias!! Me alegro mucho de que te gustara el post :)
El sexto centro energético es el que se llama Ajna, el del tercer ojo, que se encuentra en el centro de la cabeza, detrás del entrecejo. Tenemos muchos lugares en el cuerpo con vórtices potentes de energía, pero en tantra yoga consideramos que hay 7 mayores situados a lo largo del canal central, otros menores, también en el canal central y muchos más pequeños por todo el cuerpo.
Gracias por la pregunta!