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XEl 14 de febrero es una fecha para celebrar el amor y la amistad, no sólo el romanticismo de pareja ya que hay muchas maneras de disfrutar de San Valentín que no implican comprar rosas rojas ni bombones. Este año yo propongo que la gente quede para compartir una “Yoga date”, una cita de yoga.
En reunirte con una persona con quien te apetece pasar un tiempo especial practicando yoga. Podéis ir a una clase presencial en el lugar donde vivís o seguir una clase online. Si sois ya yogins, simplemente desenrollad las esterillas y ¡a practicar! Yo he quedado para este tipo de plan muchas veces en mi vida con amigas, amigos, también con algún chico que me encantaba. Una cita de yoga puede tener muchas formas y, por ejemplo, en mi membresía YOGA+ recomiendo que quienes quieran personalizar aún más la experiencia online se reúnan en una casa y hagan las clases con otros miembros del grupo. En cualquier caso, recomiendo las citas de yoga por varias razones, todas maravillosas.
Primero porque es una actividad súper saludable, muy humana y que nos lleva a conectar de manera más profunda con nosotros mismos y con la vida. Cuando compartimos actividades que conducen a un estilo de vida saludable y al bienestar se eleva nuestra frecuencia y las cualidades más espirituales como la alegría brota de manera natural.
Segundo porque tanto si la cita es con amigos como si se trata de alguien que te atrae románticamente, esta actividad fortalece los vínculos haciéndolos más profundos. Cuando vamos a una clase de yoga nos mostramos tal y como somos, sin fachadas. Nuestras debilidades y fortalezas salen en la esterilla y ¡está bien! nadie nos juzga ni nos evalúa.
La tercera razón que me ENCANTA es que hacer una clase de yoga con una actitud juguetona y despreocupada les resta seriedad y tensión a las relaciones. Dicen que “los amigos que juegan, permanecen juntos”, además hay estudios que hablan de que las personas que realizan actividades físicas juntos son más felices y gestionan mejor sus emociones.
Por último, si es tu primera cita con esa persona y te atrae de manera romántica es una buena manera de conoceros mejor sin necesidad de hablar o de contar vuestras vidas porque el cuerpo, la respiración y la energía que las personas desprenden cuando hacen una clase de yoga lo dicen todo. Pero, por el contrario, si se trata de una cita con tu pareja, os recordará quiénes sois en esencia, el yoga os liberará de muchas historias y malentendidos del día a día, os volverá más sensibles y abrirá vuestro corazón al amor.
Sobre todo, sobre todo ¡amemos!
AHAM PREMA