Como todos los años, el principio femenino divino es el tema principal del mes de octubre. Me encanta volver a tocar materias de este modo cíclico porque en sí, esto ya es una de las características de la Naturaleza. La más importante hot es saber esperar, tener la paciencia necesaria para volvernos testigos de cómo las cosas se van desarrollando.

Nos hemos adaptado a vivir en un mundo que funciona muy deprisa, que genera resultados ya, en el que podemos tener o adquirir cualquier cosa casi de modo instantáneo sólo con hacer click sobre una pantalla. Sin embargo, esto no funciona ni en la práctica de yoga ni en el despertar interior. El resultado de la ausencia de paciencia y la prisa es el estrés. Sí, el estrés porque cada vez que nos frustramos cuando no sabemos esperar, el cuerpo-mente genera sustancias bioquímicas asociadas con este estado anímico que actúa como un silencioso agente dañino degenerando la salud tanto física como mental y emocional.

Es importante tener en cuenta que saber esperar no es resignarse y la diferencia radica en que cuando tienes paciencia confías plenamente en que aquello que esperas,llegará. Para ello, debemos mantenernos centrados en el resultado deseado de algo:

si estás viviendo un proceso de enfermedad, visualiza tu cuerpo-mente en su estado óptimo;

si te encuentras en una situación vital poco agradable, genera estados anímicos elevados y que te sitúan energéticamente en el resultado que deseas ver manifiesto.

Y espera. Si tienes la paciencia necesaria y permaneces centrado/a en Ser, sucederá, pero lo hará en su momento ya que todo en la naturaleza tiene su tempo, su propio ritmo, incluso la crisis de la Covid. Un fruto alcanza el punto perfecto de madurez cuando tiene que hacerlo, no cuando tú quieras y un bebé nace cuando él/ella está listo/a, no a la hora que la madre quiera ¿verdad?

Cuando veas que te impacientas, que pierdes el foco o que te empeñas en acelerar el proceso natural de las cosas, respira, párate y respeta. Recuerda que saber esperar es una de las claves más importantes para la salud del cuerpo, mente y alma.

aham prema

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